
Desde TEDIC y como integrantes de la campaña internacional Stop Killer Robots, durante los meses de julio y agosto, reafirmamos nuestro compromiso con los derechos humanos, la paz y la justicia. Mientras la violencia crece en el escenario mundial y el genocidio contra el pueblo palestino no cesa, nosotras decidimos organizar con nuestra comunidad espacios de reflexión, acciones simbólicas honrando la vida y buscando la adherencia de más autoridades para exigir cese al fuego y el fin de los robots fabricados para la guerra.
En junio de 2025, la Flotilla de la Libertad,en la que iban 12 activistas entre las que se encontraban Greta Thunberg, intentaron llevar ayuda humanitaria por vías marítimas a Gaza. Durante el viaje, la flotilla fue interceptada por drones israelís y finalmente, fue deportada por el gobierno de dicho país, sin poder cumplir su objetivo de entregar suministros de primera necesidad a los pobladores.
Como testigos digitales de dicho bloqueo y de las sucesivas acciones de Israel contra el pueblo palestino, no podíamos seguir de brazos cruzados y decidimos organizarnos junto a nuestra comunidad para manifestar nuestra preocupación, exigir el fin del genocidio y encontrar formas colectivas de honrar la vida y protegerla, tanto dentro y fuera de los entornos digitales, ante tanta deshumanización.
Cine debate por la memoria histórica
El sábado 5 de julio, llevamos a cabo la actividad Alto al Fuego, una jornada de intercambio, memoria y pensamiento crítico que se realizó en alianza con el Centro Cultural La Chispa y la plataforma Cine Club Itinerante. El encuentro tuvo lugar en la cuadra de El Teatrario, Garibaldi y Palma.
En compañía de nuestra comunidad y como un acto de solidaridad con el pueblo palestino, nos juntamos a reflexionar y levantar nuestras voces para pedir el cese de los ataques provocados por Israel. Con la proyección del documental “1948: Creación y catástrofe’’, logramos ubicarnos temporalmente en los inicios del conflicto en el territorio palestino y conocer a profundidad la disputa a través de testimonios y documentos de la época.



Como organización que lucha por los derechos humanos y su intersección con la tecnología, nos preocupa especialmente el uso de armas autónomas con fines militares en conflictos como el que está liderando Israel contra Palestina. Como también, la utilización de drones y otro tipo de tecnologías para vigilar y atacar a los grupos de ayuda humanitaria que intentan llegar al territorio.
En ese sentido, también sumamos nuestra mini exposición “Re(x)sistentes a la deshumanización digital”, una serie de investigaciones que denuncian, desde una mirada social y humana, la militarización de las tecnologías y la normalización de la vigilancia y la violencia automatizada.
Sumamos una firma más a la campaña SKR
Como miembros activos de la campaña internacional SKR, venimos buscando la adherencia de autoridades paraguayas, que puedan sumar su compromiso para prohibir o regular el uso de armas autónomas. Organismos como la ONU y la organización SKR, han desarrollado un tratado vinculante que rechaza rotundamente el uso de estas tecnologías. Algunos países ya manifestaron su apoyo a la prohibición, pero las grandes potencias militares continúan resistiéndose.
Por parte de Paraguay, en el 2024, se sumaron a la campaña el diputado Raúl Benítez y la diputada Johanna Ortega. En este periodo 2025, logramos adherir a la campaña al senador Ignacio Iramain, quien con mucha predisposición firmó el compromiso y realizó un video manifestando su preocupación y postura en contra de estas armas automatizadas.
Pandorgas por la esperanza
El 16 de agosto, Día del Niño en Paraguay, nos sumamos a la actividad conmemorativa organizada por Palestina en Paraguay, para elevar pandorgas por la esperanza en la Costanera de Asunción.
Como un acto simbólico, en homenaje tanto a los niños y niñas del Paraguay, quienes fueron mártires en la guerra de la Triple Alianza, como quienes actualmente son víctimas del genocidio en Palestina, participamos de una jornada llena de arte, memoria, juego y tecnología artesanal.
Reivindicamos las tecnologías que se transforman y se utilizan para el bien de todas las personas, como las pandorgas, que hoy tienen una finalidad meramente de ocio y contemplación, y rechazamos rotundamente las tecnologías que se convierten en armas de guerra y atentan contra la dignidad y la vida humana.
Seguiremos promoviendo y apoyando espacios en los que las personas estén en el centro, en donde la tecnología sea también una herramienta de cuidado y de disfrute, y no de violencia.