WhatsApp y sus nuevas políticas de privacidad: una mirada desde Paraguay

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El cambio en las políticas de privacidad anunciado por WhatsApp a inicios del 2021, generó una auténtica ola migratoria mundial de usuaries a otras aplicaciones de mensajería. Para contener este fenómeno WhatsApp tomó la decisión de frenar la implementación de éstas políticas hasta mayo de este año, buscando brindar mayor claridad a sus usuaries y evitar potenciales pérdidas económicas.

Entendiendo las nuevas políticas de privacidad de WhatsApp

Desde TEDIC hemos notado un nuevo ícono de aviso en los dispositivos de integrantes de la organización. El mismo se constituye en el intento más reciente de WhatsApp para notificar a sus clientes sobre los cambios que se vienen, buscando así obtener su consentimiento para los nuevos Términos y Condiciones (T&C) que ya debían estar vigentes desde febrero de este año.

Para contribuir al debate creemos importante clarificar cuestiones de forma que tienen que ver con la actualización de los T&C y ciertas prácticas comerciales e institucionales en Paraguay, para luego cerrar con reflexiones de fondo que ofrezcan otras formas de utilizar la tecnología que usamos día a día.

¿Qué cambia y que no cambia?

WhatsApp afirma tajantemente que el principio de cifrado de extremo a extremo no se verá vulnerado de ninguna manera con estos cambios. Incluso dice que eso nunca cambiará: la empresa busca generar tranquilidad a sus usuaries, y garantiza que conversaciones entre amigos, familia, pareja y otres, estarán plenamente protegidos por este principio; esto es un primer punto importante a destacar.

Sin embargo, existen cambios que están relacionados con el interés de WhatsApp (y específicamente Facebook, su empresa matriz) de sacar mayor provecho a las millones de empresas que utilizan su plataforma para comunicarse con clientes y para comprar y/o vender bienes y servicios. Concretamente:

  • Facebook busca aprovechar de mejor manera anuncios personalizados: usuaries que encuentran productos en Facebook y/o Instagram (también de Facebook) y den clic para enviar mensajes por WhatsApp, otorgarán mayores insumos a Facebook para personalizar anuncios que se ven en dicha plataforma
  • Empresas podrán acceder a servicios de alojamiento web que Facebook planea ofrecer a futuro. Parte de lo alojado serán los chats entre clientes y empresas. Esto será un servicio opcional que las empresas optarán por contratar. Es importante entender que, con este cambio, las empresas podrán ver la información compartida y usarla para fines propios de marketing, incluyendo uso de publicidad en Facebook. Facebook asegura que notificaciones en el chat serán debidamente colocadas para que clientes sean consciente de esto.
  • Facebook está buscando integrar de mejor manera sus tiendas de distintas plataformas: mencionan que empresas que ya cuentan con tiendas en Facebook o Instagram, también podrán tener la tienda en su perfil corporativo de WhatsApp, permitiendo hacer compras directamente en la aplicación de mensajería. Ciertos datos serán compartidos con Facebook, y ellos serán debidamente comunicados en WhatsApp si un usuario decide utilizar dicha función (no se entra en mucho detalle sobre el tipo de dato).
Actualización de las condiciones y políticas de privacidad de WhatsApp

Algo que tiene que ver con todo lo anterior, es el hecho de que WhatsApp no habilita el código fuente de sus sistemas para inspección por externos. Esto quiere decir que no hay una forma externa y colectiva de comprobar y auditar efectivamente la coherencia y seguridad de sus protocolos de cifrado, e identificar potenciales vulnerabilidades o puertas traseras.

Potenciales escenarios problemáticos en Paraguay

Cualquier decisión o cambio que se realice en la plataforma de WhatsApp afecta directamente a usuaries en Paraguay: El Informe de Acceso y Uso de TICs 2018 en Paraguay da cuenta de que un 70,5% de internautas paraguayes utiliza la red para conectarse a dicha aplicación de mensajería. También menciona que es la red social más utilizada por usuaries en Paraguay, con un 69.9% de uso versus un 17.4% en Facebook.

Al mismo tiempo que estas redes se utilizan de forma masiva, este cambio en las políticas impacta contra un marco institucional extremadamente débil en materia de protección de datos personales en el país. La ley vigente tiene un enfoque hacia datos crediticios puntualmente, dejando de lado una serie de estándares y principios internacionales a la hora de abordar y proteger de manera integral a los datos personales.

Esta combinación puede facilitar escenarios complejos: prácticas institucionales de actores públicos y privados permiten que a través de WhatsApp se compartan datos sensibles. Por ejemplo, muchos tests de salud de COVID-19 realizados por laboratorios privados son compartidos a través de WhatsApp con pacientes. ¿Qué implicancias tendrá que este tipo de datos esté alojado en estos futuros servicios de alojamiento web? ¿Cuáles serán los límites que estas empresas tendrán a la hora de explotar la información alojada en estos chats para fines de publicidad y otros?¿Cuáles serán los mecanismos vigentes para solicitar el borrado de dichos datos por parte de usuaries?

Por otra parte, la crisis del COVID-19 ha obligado a escuelas y colegios adoptar modalidades de educación que combinan presencialidad con clases online. La mayoría utiliza WhatsApp como canal de comunicación entre profesores y alumnes. Pensando en un posible escenario de colegios privados otorgando cuentas corporativas a sus profesores para comunicarse con alumnes, surgen preguntas como: ¿Qué implicancias tendrá que estos datos estén alojados en futuros servicios de alojamiento web otorgados por Facebook? ¿De que manera se vulneran la privacidad de niños, niñas y adolescentes y cómo se garantiza la creación de espacios de aprendizaje seguros y libres de cualquier tipo de vigilancia corporativa?

Estos y otros posibles escenarios dan cuenta de la necesidad de mayores canales de diálogo oficiales con empresas como WhatsApp, que tomen en cuenta particularidades institucionales y culturales en distintas regiones. Esto permitirá la generación de políticas robustas que tomen en cuenta desde un inicio las particularidades de los distintos países en los que opera WhatsApp.

También se evidencia la necesidad de contar con una ley integral de protección de datos personales. Un ejemplo que se puede citar es el de Europa, donde la vigencia del Reglamento General de Protección de Datos vigente en Europa, provoca que los cambios de la política de privacidad no serán aplicadas de la misma manera en dicho territorio.

Desde TEDIC y en alianza con la Coalición de Datos Personales, estamos trabajando por un proyecto de ley integral de protección de datos personales que fue presentado a finales de enero de este año. Es un primer paso y muy importante para robustecer el marco vigente en la materia y proteger efectivamente el derecho de privacidad e intimidad de las personas en Paraguay.

Resignificando nuestra relación con la tecnología

Más allá de estos elementos mencionados, es importante ofrecer reflexiones de fondo para poder pensar nuevos modos de relacionamiento con la tecnología.

En primer lugar, consideramos preocupante la implementación de políticas de privacidad (o cualquier otra) basadas en el “tómalo o déjalo”, quedando les usuaries con poco o sin espacio para poder otorgar un consentimiento libre e informado.

Por otra parte, la arbitrariedad en la implementación de la política, y el revuelo generado por dichos cambios, solo existen debido a un considerable grado de concentración de poder que la empresa ostenta en el mercado de aplicaciones de mensajería. Considerando que la misma es parte del conglomerado de Facebook, esto adquiere un impacto todavía mayor al pensar en potenciales cruzamientos de bases de datos, entre las distintas ramas del conglomerado. Facebook ya ha sido multado en el pasado por esto.

El uso masivo de la aplicación en Paraguay no es fortuito. Se vienen produciendo continuas violaciones al principio de la neutralidad de la red, a través de políticas de zero rating ofrecidos por proveedoras de Internet, que permiten el uso gratuito de WhatsApp y Facebook. Esto atenta contra un mercado de libre competencia en el que consumidores podrían elegir en igualdad de condiciones la aplicación de mensajería prefieren y viola nuestros derechos humanos de libre acceso a la información y libertad de expresión. Si les usuaries eligen salir de estas aplicaciones, no podrán hacer uso de los paquetes gratuitos, pues la situación económica de la mayoría de la población es de gran precariedad.

La Comisión Nacional de la Competencia necesita comenzar a indagar sobre estas violaciones, a modo de evitar daño al consumidor. Existen precedentes de gobiernos que han defendido la aplicación del principio de neutralidad de la red. Un ejemplo de ello es el gobierno del estado de California en EEUU, que logró una importante victoria y así garantizar que que las proveedoras de Internet respeten este principio en su territorio.

Por último, necesitamos plantearnos seriamente estrategias colectivas para salir del control de aplicaciones tecnológicas que dominan el mercado y que poseen modelos de negocios basados exclusivamente en la extracción y explotación indiscriminada de datos.

En lo que concierne a aplicaciones de mensajería, desde TEDIC invitamos a que se exploren otras herramientas para comunicarse entre familiares, pareja y amigues, o tu persona preferida. La aplicación Signal ofrece numerosas ventajas y además respeta y garantiza tus comunicaciones basado en lo que se conoce como privacidad por diseño. Todas las comunicaciones en Signal se realizan con cifrado extremo a extremo y además el código fuente de la aplicación está libremente disponible para que pueda ser utilizado, auditado y eventualmente modificado por la comunidad técnica. Para saber más sobre esta herramienta te invitamos a que leas el artículo que publicamos en TEDIC.